Lo que SÍ hay que hacer
Inspeccionar los zapatos siempre antes de su uso buscando posibles desperfectos u objetos extraños.
Usar medias de algodón o hilo natural y en lo posible cambiar las medias a diario.
Lavar los pies todos los días con agua templada y jabón neutro.
Observar los pies incluyendo los espacios interdigitales, buscando posibles flirteas, golpes, cortaduras, maceraciones, etc.
Usar loción humectante para evitar la resequedad evitando así los espacios interdigitales.
IR AL PODÓLOGO CON REGULARIDAD, PARA EL CUIDADO DE PIES, PREVENCIÓN, EDUCACIÓN Y POR OTRA PARTE TRATAR ALGUNA PATOLOGÍA EXISTENTE.